La Mudanza Vertical, que concluyó con una gran fiesta el pasado día 17, nos ha servido para revisar, una vez más, nuestra historia. En este manifiesto hemos querido recoger ese repaso a nuestros 25 años, la ilusión con la que enfrentamos los nuevos retos y los cimientos sobre los que construimos el día a día.
“Hay veces en la vida en que las distancias cortas son las más difíciles de recorrer, las que se vuelven más complejas y exigentes, aquellas que no podemos caminar en solitario sino que demandan hacerlo rodeados por nuestras amistades. Hoy celebramos la cuarta mudanza de SECO, un paso que cierra simbólicamente un ciclo inaugurado hace mucho, cuando otros nosotros decidieron que el futuro del centro social debía ser este edificio que en el barrio conocemos como LA CORRALA.
Un edificio que, en sí mismo, es una metáfora de nuestra historia. Hace muchos años conseguimos protegerlo de la avaricia especulativa, posteriormente logramos que se rehabilitara y que su destino fuese convertirse en centro cultural, para que finalmente terminase convirtiéndose en la sede del centro social. Un proceso en el que nos armamos de paciencia, aprendimos a ser constantes y asumimos que nuestra fortaleza depende de las complicidades que seamos capaces de desarrollar.
Este es el último paso de una lucha que ha sido como una carrera de relevos, en la que muchas personas de diversas generaciones se han conjurado para mantener viva una reivindicación: las asociaciones del barrio tienen el derecho a disponer de un espacio digno en el que organizarse y desarrollar sus actividades de forma autogestionada. Una causa que parece modesta pero, al igual que una pequeña semilla condensa la potencialidad de convertirse en árbol, bajo esta reivindicación cuelgan muchos sueños y anhelos de un mundo mejor, que son susceptibles de florecer si se cuidan con acierto.
Este pequeño desplazamiento en el espacio supone un largo recorrido en el tiempo. Un camino que arrancamos hace más de 15 años al grito de NUNCA MÁS UN BARRIO SIN NOSOTROS. Inspirados tanto por el zapatismo como por lo que habían hecho nuestros mayores del movimiento vecinal, decidimos comprometer el futuro del centro social a la lucha de las gentes que habitaban el barrio, haciendo frente a la amenaza que suponía la remodelación urbanística diseñada en despachos por políticos y promotores inmobiliarios.
La Pantera Rosa vino a enseñarnos que nuestra victoria implicaba echar raíces en el territorio, arriesgar nuestras propias certezas e identidades y comprometernos con lo que acontece en nuestro entorno. Ganar aquella batalla implicó mudarnos a un local alquilado a otra zona del barrio, donde estábamos emplazados a extender nuestra influencia y seguir madurando como proyecto. NOS MOVEMOS PARA QUEDARNOS marcó la mudanza del centro social y su apuesta por concebir el realojo como algo temporal, un viaje de ida y vuelta.
Muchas cosas pasaron en el mundo y en el barrio a lo largo de esos años; una de las más destacables, nuestra convivencia en las plazas durante el 15M en 2011. Un acontecimiento que ayudó a reinventar el centro social y hacernos capaces de enfrentar nuevas amenazas de desahucio, contestadas con movilizaciones y negociaciones. En 2013 se hacía efectiva la cesión gratuita de la planta baja del Centro Cultural Luis Peidró. AVANZAMOS DEJANDO HUELLA fue nuestro lema a la hora de volver a la zona de Las Californias, donde el proyecto había nacido. La actividad constante y la legitimidad acumulada durante más de dos décadas hacía efectivo el reconocimiento institucional a la labor desempeñada en el barrio. Lentamente nos acercábamos a nuestro objetivo.
Thoreau solía afirmar que no había que preocuparse por construir los castillos en el aire, pues ese era su lugar natural, sino que lo que debía preocuparnos era construirles los cimientos. Tras 25 años cimentando sueños, trabajando como albañiles de lo común, hemos edificado una historia que desemboca en la conquista ciudadana de LA CORRALA. Una aventura digna de superhéroes de barrio, una gesta digna de recordarse en la invisible historia de LOS DE ABAJO.
Hoy, con esta mudanza vertical, abrimos al barrio, a la ciudad y al mundo nuestra nueva casa que se llenará de vida y de proyectos. Al grito de ARRIBA LOS DE ABAJO, damos este último paso cargados con la responsabilidad de estar a la altura de nuestra propia historia.
Porque fueron somos, porque somos, serán”.
¿Quieres ver imágenes de la jornada? Aquí te dejamos unas cuantas, cortesía de nuestro compa Carlos Bravo: Galería de fotos