A la tercera va la vencida. A la tercera cita uno empieza a conjugar el novio/a como un tantra, negando lo evidente. Nosotros como buenos poetas sabemos las consecuencias que acarrea la tercera vez. No en vano los franquistas gritan “Franco” tres veces y hasta los perdedores sueñan en la revancha inútil del tercer partido. Aquí estamos.

Reconocerse poeta es sin duda alguna una declaración presuntuosa, como reconocer el hecho que rimar la lista de la compra es construir poemas vanguardistas que impiden aplicar ninguna receta ni seguir ninguna dieta saludable.

Ser un poeta de pacotilla es menos presuntuoso que declarase poeta a secas aunque es algo más vergonzoso. Significa tener a mano un armario donde guardar bien planchada la vergüenza, ese traje oscuro que nos aleja, nos calienta y nos camufla. Y un cajón, al menos uno, recubierto de timidez -esa pintura fría que cierra caras e inmoviliza corazones- dónde guardas los poemas, los retales de poemas, la carpeta de los poemas, los esbozos, los garabatos… las credenciales de poeta de pacotilla.

Poeta de pacotilla, tras un largo año de silencio te volvemos a convocar para compartir este jueves poemas con olor a cerrado y con sólo la imprescindible capa de timidez que el compartir lo importante requiere. La informalidad de la asamblea desaconseja vestirse de triste y la costumbre nos obliga a recordar algunas normas para desnudarse con elegancia:

– Si no traes al menos un poema no vengas. Los mirones aquí como en las playas nudistas no son bienvenidos. Un especializado equipo de porteros con detectores de poemas controlará la entrada. Si estás en bancarrota poética róbale a algún poeta presuntuoso algunos poemas y prepara la vergüenza para recitarlos como puedas.

– Cualquier cosa que consideres poema es un poema. Las reacciones a los poemas por parte de los asistentes a las asambleas son libres, guardando el debido respeto para la integridad del poeta de pacotilla.

– Trae hambre y sed: hambre para comerse lo que te impide compartir tus poemas y sed de escuchar los de otros. El bar y el catering del KAS cubrirán el resto de necesidades.

En pocas palabras, en la asamblea de poetas de pacotilla todos somos poetas (de pacotilla) dispuestos a recitar y a sentir como buenamente podamos los poemas que reciten.

Nos vemos este jueves 16 de junio en el Centro Social Seco a las 21h.